Bueno,amigos,henos aquí de nuevo tras pasar una semana en Rusia,bueno,la verdad,sólo hemos ido a Moscú y S.Petersburgo,esto no es Pekín Express,pero nos ha servido para hacernos una idea de lo que es hoy día ese pedazo de país.
Tras cinco horas de vuelo sin incidentes de mención salvo por la laxante dieta a la que nos somete Iberia,primer palo,las cinco de la tarde y noche cerrada en Moscú,aderezado con un frío glacial y una lluvia persistente.Madre del amor hermoso,como me acuerdo yo de Río de Janeiro.
En el aeropuerto empieza el cachondeo,listo que es uno,se me ocurre rellenar a lápiz la tarjeta de inmigración y una especie de comisaria-armario con unos galones realmente de mucho mando me despacha para atrás no sin plantarme los dedazos y emborronarme el papel.
Primer encontronazo con la famosa burocracia,una de tantas reminiscencias del pasado con el que nos íbamos a topar estos días.Que tía más borde.
Tras la recogida de maletas y sortear una nube de taxistas legales e ilegales ,nos encontramos con una puerta giratoria de salida con claras reminiscencias soviéticas y de una extrema sensibilidad a nuestros delicados tobillos.Total,que al meternos para adentro del torno,se topa con mi pinrel-iba el último- y nos deja trincados en medio de la nada con una cola importante detrás y el consiguiente cachondeo de los que habían traspasado el umbral.No pasa nada,aparece un fornido policía con una gorra parecida a la que luzco en la foto anterior y tras unas cuantas ostias bien pegadas-a la puerta-solventamos el problema.
Llueve,ya lo hemos dicho,subimos al autobús y primer vistazo a Moscú.Los suburbios son tristes,la luz de las casas me da la impresión de ser de voltaje de 125 y tras un largo paseo llegamos al hotel Ritz-Carlton-toma ya- donde nos damos en el morro con ese capitalismo extremo del que hablan y doy fe que se quedan cortos.
En el centro,boutiques,joyerías,cochazos,luces,todo junto a los mamotretos de hormigón estalinista hacen un curioso efecto de estar en una especie de manirrotos-city que da como bastante grima.
10 Audis A8 y un AudiR8 en la puerta a disposición de la clientela del hotel,lujo obsceno y bienvenida con pan,sal y vodka.Mejora la cosa y ya se encauza al instalarnos y bajar a cenar.
La comida,ahi si que no me acostumbro.Pato.Salmón.Setas.Ensaladas.Remolacha.
Fundamentalmente,y junto al vodka los pilares de nuestra alimentación durante estos días.
Bueno,a la piltra y por la mañana a madrugar que nos vamos a ver Moscú.
Inmensa de proporciones,preciosa por donde la mires,con su catedral de San Basilio-esa de las cúpulas de colorines-,el Kremlin con sus murallas rojas,la tumba de Lenin en medio y los almacenes Gum en todo un lateral.En una esquinilla de la plaza está la iglesia de St.María de Kazán y fisgona que es una,allá que me metí pues había culto.Uno no es creyente,pero impresiona ver las iglesias tan llenas,sobre todo después de 70 años de comunismo,y el rito ortodoxo es bastante diferente al nuestro,así que fue una interesante experiencia.Me quedé con las ganas de ver la momia de Lenin,pero estaba cerrado,y como el día 7 tocaba megadesfile,pues como que era complicado acceder a las instalaciones.Otra vez será.
Bueno,seguimos nuestro rulete viendo la ribera del Moscova,el Gorki Park,un bonito puentecillo sobre el río donde los recién casados ponen candados enormes en los arbolillos a lo largo del puente-el problema es cuando han de llamar al cerrajero,you know-vimos el convento Novodevivhy,un curioso lugar junto al lago de los cisnes de Tchakovski,que más bien es un estanque de patos,bonito,eso sí,con un cementerio super romántico dentro y luego...¡¡al metro!!
Joder con el metro.Molaban estos soviets,eso puntos que les daban,resulta que cogieron tropecientas lámparas y mosaicos de los palacios y los bajaron al metro para solaz y disfrute del pueblo.
Al pueblo,sopa de nabos y arte,que guay.
Tras una comida a base de un caldo infame con aceitunas negras flotando-¡si!- y salmón me fui a practicar uno de los deportes favoritos de todo turista,la compra de souvenirs,después,tras una duchica reparadora nos llevaron a cenar a un restaurante con un espectáculo inenarrable de puro kitsch que fue.Es muy discutible el sentido estético de los rusos,y sus maneras de combinar los colores.Cenamos pato,creo.Ahora empiezo a entender la fijación por el Pato Donald.
El disco,que se que muchos es a lo único que venís.
Pues hasta la vuelta no me he enterado que falleció la gran Yma Sumac,esa cantante peruano-marciana que daba gritos de ultratumba y cantaba cosas raras.
Aquí os pongo un disco que grabó con una banda de rock,y la verdad es que me pega bastante con mi periplo moscovita,no se por qué.
Ah,pinchando encima de las foticos se ven mejor.
YMA SUMAC ROCKS!
3 comentarios:
Que espartano lo del caldo con aceitunas negras ¿no? Y mola lo de tener los mosaicos en el metro y eso. En el de Atenas tienen partes en la que en lugar de poner la típica pared han dejado sólo un cristal para que puedan verse los cienes y cienes de restos arqueológicos que hay en el subsuelo de la ciudad. Flipante.
Espartano y raro también,por el fondo había salmón,hiertbas raras y no quise saber más.
Na de na,oyes.
Interesante sin duda mike. Lo que no acabo de comprender es cómo lo has hecho para que no te mandaran a la fría Siberia en camiseta por una temporadita cuando la policía moscovita te viera con las pintas que me llevas delante de la catedral. Digno de ser estudiado, oiga usted (jaja). Seguiré leyendo con inusitada atención. Bigwheel.
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